Imagina que después de una lesión deportiva, acudes a rehabilitación confiando plenamente en tu fisioterapeuta. Tras varias sesiones, no solo no mejoras, sino que el dolor se intensifica. Cuando consultas con otro especialista, descubres que la técnica aplicada ha empeorado tu lesión, prolongando tu recuperación por meses o incluso dejándote secuelas permanentes. Esta situación, más común de lo que pensamos, representa uno de los muchos casos de negligencia en fisioterapia que atendemos en nuestro despacho.
La realidad de las negligencias en fisioterapia y rehabilitación
La fisioterapia y rehabilitación son disciplinas fundamentales en el proceso de recuperación de numerosas lesiones y patologías. Sin embargo, cuando no se aplican correctamente, pueden provocar daños significativos en los pacientes. Como abogado especializado en negligencias médicas, he visto cómo estas situaciones pueden transformar radicalmente la vida de las personas afectadas.
Los fisioterapeutas, al igual que otros profesionales sanitarios, están sujetos a la obligación de proporcionar una atención adecuada según la lex artis (conjunto de prácticas médicas aceptadas generalmente como adecuadas). Cuando se alejan de estos estándares y causan un daño evitable, nos encontramos ante una posible negligencia profesional.
Según mi experiencia en este tipo de casos de negligencia médica, muchos pacientes tardan en identificar que han sido víctimas de una mala praxis en fisioterapia. Esto se debe principalmente a que atribuyen el empeoramiento o la falta de mejoría a su propia condición, sin considerar que podría deberse a un tratamiento inadecuado.
Tipos frecuentes de negligencias en fisioterapia
A lo largo de mi trayectoria profesional, he identificado patrones recurrentes en las reclamaciones por negligencias en el ámbito de la fisioterapia y rehabilitación. Estos son los más comunes:
- Aplicación incorrecta de técnicas: Manipulaciones inadecuadas que agravan lesiones existentes o generan nuevas.
- Errores en el diagnóstico fisioterapéutico: Evaluación incorrecta que conduce a un plan de tratamiento inapropiado.
- Falta de supervisión adecuada: Especialmente en centros donde un fisioterapeuta atiende simultáneamente a varios pacientes.
- Uso inadecuado de equipos: Aplicación incorrecta de electroterapia, termoterapia u otros dispositivos que pueden causar quemaduras o lesiones.
- Ausencia de consentimiento informado: No informar adecuadamente sobre los riesgos y alternativas del tratamiento.
- Falta de derivación oportuna: No remitir al paciente a otro especialista cuando la situación lo requiere.
Consecuencias habituales de estas negligencias
Las consecuencias de una mala praxis en fisioterapia pueden variar desde molestias temporales hasta daños permanentes. Entre las más frecuentes encontramos:
- Agravamiento de la lesión original
- Aparición de nuevas lesiones
- Dolor crónico
- Limitación funcional permanente
- Prolongación innecesaria del tiempo de recuperación
- Impacto psicológico (ansiedad, depresión)
- Pérdida de calidad de vida
- Incapacidad laboral temporal o permanente
¿Quieres saber por qué esto es tan importante? Porque estas consecuencias no solo afectan a la salud física, sino que pueden tener un impacto devastador en la vida laboral, social y emocional de la persona afectada.
Casos reales de negligencias en fisioterapia
Para ilustrar mejor la problemática, permíteme compartir algunos casos representativos que he defendido (modificando datos identificativos para preservar la confidencialidad):
Caso 1: Manipulación cervical incorrecta
Un paciente de 42 años acudió a fisioterapia por cervicalgia leve. Durante una sesión, el fisioterapeuta realizó una manipulación cervical brusca sin valoración previa adecuada. El resultado fue una disección de la arteria vertebral que derivó en un ictus con secuelas neurológicas permanentes. La clave del caso fue demostrar que no se realizaron las pruebas diagnósticas previas necesarias y que la técnica empleada fue excesivamente agresiva para la patología inicial.
Caso 2: Quemaduras por electroterapia
Una mujer de 35 años sufrió quemaduras de segundo grado tras la aplicación de electroterapia en la zona lumbar. La investigación reveló que el dispositivo no había sido correctamente calibrado y que la paciente quedó sin supervisión durante más de 20 minutos. Las quemaduras dejaron cicatrices permanentes y requirieron tratamiento dermatológico durante meses.
Caso 3: Rehabilitación postquirúrgica inadecuada
Un deportista de 28 años fue sometido a una intervención de ligamento cruzado anterior. Su rehabilitación fue iniciada prematuramente con ejercicios de carga excesiva, lo que provocó la ruptura del injerto y la necesidad de una nueva intervención quirúrgica. El protocolo de rehabilitación aplicado no respetó los tiempos mínimos de cicatrización tisular, aspecto fundamental que pudimos demostrar mediante informes periciales.
Cuando alguien llega al despacho tras sufrir una negligencia médica relacionada con fisioterapia o rehabilitación, lo primero que hacemos es escuchar atentamente su experiencia. Es fundamental entender no solo el daño físico, sino también cómo ha afectado a su vida cotidiana, laboral y emocional. Este enfoque integral nos permite construir casos más sólidos que contemplen todas las dimensiones del perjuicio sufrido.
Requisitos legales para demostrar una negligencia en fisioterapia
Para que una reclamación por negligencia en fisioterapia prospere, es necesario que se cumplan cuatro elementos fundamentales:
- Deber de cuidado: Demostrar que existía una relación profesional entre el fisioterapeuta y el paciente.
- Incumplimiento del estándar de atención: Probar que el profesional no actuó conforme a la lex artis ad hoc.
- Daño verificable: Acreditar la existencia de un perjuicio real (físico, psicológico o económico).
- Relación causal: Establecer un nexo causal directo entre la actuación negligente y el daño producido.
En mi opinión como abogado especializado en negligencias médicas, el elemento más complejo de probar suele ser la relación de causalidad. Esto se debe a que muchos pacientes ya presentan patologías previas, lo que puede dificultar determinar qué daños son atribuibles específicamente a la mala praxis del fisioterapeuta.
Documentación crucial para tu caso
Si consideras que has sido víctima de una negligencia en fisioterapia, es fundamental recopilar la siguiente documentación:
- Historia clínica completa
- Informes de derivación a fisioterapia
- Hojas de tratamiento fisioterapéutico
- Consentimientos informados firmados
- Informes médicos posteriores que documenten el daño
- Pruebas diagnósticas (radiografías, resonancias, etc.) anteriores y posteriores al tratamiento
- Fotografías de lesiones visibles (si existen)
- Facturas de gastos médicos adicionales
- Bajas laborales relacionadas
Aquí viene lo que nadie te cuenta: el tiempo es un factor crítico en estos casos. El plazo general para interponer una reclamación por responsabilidad civil es de un año desde que se conocen las secuelas definitivas, según establece el artículo 1968 del Código Civil. Sin embargo, este plazo puede variar según las circunstancias específicas y si el centro es público o privado.
El proceso de reclamación: pasos a seguir
Si has sufrido una negligencia en un tratamiento de fisioterapia, estos son los pasos que debes seguir:
1. Evaluación inicial del caso
Lo primero es determinar si realmente estamos ante una posible negligencia. Para ello, es necesario:
- Obtener una segunda opinión médica que valore el daño y su posible relación con el tratamiento recibido.
- Solicitar la historia clínica completa al centro donde se realizó la fisioterapia.
- Consultar con un abogado especializado que pueda evaluar preliminarmente la viabilidad de la reclamación.
2. Vía de reclamación según el ámbito
El procedimiento varía dependiendo de si la negligencia se produjo en:
- Ámbito público: Se inicia con una reclamación administrativa previa ante el servicio de salud correspondiente.
- Ámbito privado: Se puede optar por una reclamación extrajudicial o acudir directamente a la vía judicial civil.
- Profesional autónomo: La reclamación se dirige contra el fisioterapeuta y su seguro de responsabilidad civil profesional.
Lo que suelo recomendar a mis clientes en estos casos es intentar primero una resolución extrajudicial mediante una reclamación formal bien fundamentada. Esto puede ahorrar tiempo, costes y el desgaste emocional que supone un procedimiento judicial, aunque siempre manteniendo la firmeza en la defensa de sus derechos.
3. Elaboración de informes periciales
Un elemento crucial en estos procedimientos es contar con informes periciales de calidad que establezcan:
- La desviación del tratamiento respecto a los protocolos estándar
- La relación causal entre la actuación profesional y el daño
- La valoración del daño corporal según baremos oficiales
- La estimación de secuelas y su impacto en la calidad de vida
Indemnizaciones: ¿qué puedo reclamar?
Las indemnizaciones por negligencias en fisioterapia pueden incluir diversos conceptos:
- Daños físicos: Secuelas permanentes, dolor, limitaciones funcionales.
- Daños morales: Sufrimiento psicológico, pérdida de calidad de vida.
- Daños patrimoniales:
- Daño emergente: Gastos médicos adicionales, adaptaciones en vivienda o vehículo, etc.
- Lucro cesante: Pérdida de ingresos durante la recuperación o por incapacidad laboral.
- Días de baja: Hospitalización, impedimento y días de perjuicio moderado.
Veamos por qué este detalle marca la diferencia: la cuantificación adecuada de todos estos conceptos requiere un conocimiento profundo tanto del baremo de tráfico (aplicado por analogía) como de la jurisprudencia específica en casos similares. Una valoración incorrecta puede suponer una indemnización muy inferior a la que realmente corresponde.
Prevención: cómo evitar ser víctima de una negligencia
Aunque no siempre es posible prevenir una negligencia, existen algunas medidas que pueden reducir el riesgo:
- Verificar la titulación y colegiación del fisioterapeuta
- Comprobar que el centro cuenta con los permisos sanitarios correspondientes
- Exigir una valoración inicial completa antes de iniciar el tratamiento
- Solicitar información detallada sobre el tratamiento propuesto, sus riesgos y alternativas
- Comunicar inmediatamente cualquier dolor inusual durante o después del tratamiento
- Solicitar informes periódicos sobre la evolución del tratamiento
- Buscar una segunda opinión si no se observa mejoría o si hay empeoramiento
Mi experiencia con pacientes que han quedado incapacitados por una negligencia médica me ha enseñado que la comunicación abierta con el profesional sanitario es fundamental. Muchos casos podrían haberse evitado si el paciente hubiera expresado sus dudas o molestias y el profesional hubiera respondido adecuadamente.
Cómo podemos ayudarte en NegligenciaMedica.Madrid
En nuestro despacho especializado en negligencias médicas ofrecemos un enfoque integral para estos casos:
- Evaluación inicial gratuita para determinar la viabilidad de la reclamación
- Obtención y análisis de la historia clínica completa
- Coordinación con peritos médicos especializados en fisioterapia y rehabilitación
- Negociación con compañías aseguradoras para alcanzar acuerdos satisfactorios
- Representación judicial en caso de ser necesario
- Asesoramiento sobre incapacidades laborales derivadas de la negligencia
- Apoyo psicológico complementario durante todo el proceso
Cuando una familia llega al despacho buscando orientación tras un daño médico irreversible como los causados por negligencias en fisioterapia, nuestro compromiso va más allá de lo estrictamente legal. Entendemos que estamos tratando con personas que han visto alterada su vida de forma inesperada y que necesitan no solo una representación legal efectiva, sino también comprensión y acompañamiento durante todo el proceso.
Preguntas frecuentes sobre negligencias en fisioterapia
¿Cuál es el plazo para reclamar por una negligencia en fisioterapia?
El plazo general es de un año desde que se estabilizan las secuelas. Sin embargo, este plazo puede variar según si el centro es público (donde aplica la Ley 39/2015 de Procedimiento Administrativo Común) o privado (donde aplica el Código Civil). Es fundamental consultar con un abogado especializado lo antes posible para evitar la prescripción de la acción.
¿Qué ocurre si firmé un consentimiento informado?
El consentimiento informado no exime al profesional de su responsabilidad por mala praxis. Este documento solo cubre los riesgos típicos del procedimiento cuando se realiza correctamente, pero no protege al fisioterapeuta si ha actuado de forma negligente o contraria a la lex artis. Además, para que el consentimiento sea válido, debe haber sido específico para el tratamiento realizado y explicado adecuadamente.
¿Puedo reclamar si la negligencia ocurrió durante una rehabilitación cubierta por mi mutua laboral?
Sí, absolutamente. Las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social están sujetas a las mismas obligaciones de calidad asistencial que cualquier otro proveedor sanitario. En estos casos, la reclamación se dirigiría contra la mutua correspondiente, que responderá por la actuación de sus profesionales. Estos procedimientos tienen algunas particularidades procesales que hacen especialmente recomendable contar con asesoramiento especializado.
Conclusión
Las negligencias en fisioterapia y rehabilitación, aunque menos visibles mediáticamente que otros tipos de mala praxis médica, pueden tener consecuencias devastadoras para los pacientes. El conocimiento de tus derechos y de los mecanismos legales disponibles es fundamental para obtener la compensación que mereces si has sido víctima de una de estas situaciones.
En NegligenciaMedica.Madrid entendemos la complejidad técnica y emocional de estos casos. Nuestro compromiso es ofrecer un acompañamiento integral, combinando rigor jurídico con sensibilidad humana, para que puedas centrarte en tu recuperación mientras nosotros nos ocupamos de defender tus derechos.
Si crees que has sido víctima de una negligencia en un tratamiento de fisioterapia o rehabilitación, no dudes en contactarnos para una evaluación inicial sin compromiso. Tu salud y tu derecho a una atención sanitaria de calidad son nuestra prioridad.
Abogado ejerciente del ICAM con más de 15 años de experiencia. Colegiado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, colegiado número de colegiado 128.064. Especializado en Negligencias Médicas. Actual Director del bufete Ródenas Abogados y Asociados S.L.U. Licenciado en Derecho por la Universidad Instituto de Estudios Bursátiles (I.E.B.) con Máster de Acceso a la Abogacía.