¿Pueden confundir síntomas de infarto con digestión? Esta pregunta me la hacen a diario en mi despacho. Como abogado especializado en negligencias médicas cardiológicas, he visto demasiados casos donde un dolor que parecía una simple indigestión terminó siendo un infarto no diagnosticado. Entiendo perfectamente tu preocupación si estás leyendo esto porque tú o un ser querido habéis pasado por esta situación angustiosa.
Sé lo frustrante que resulta acudir a urgencias con un dolor torácico intenso y que te manden a casa con un antiácido. La confusión entre problemas digestivos e infartos es más común de lo que imaginas, y las consecuencias pueden ser devastadoras. Te prometo que en este artículo encontrarás las claves para identificar cuándo los médicos deberían haber actuado de otra manera, y qué pasos legales puedes dar ahora.
La peligrosa similitud: ¿Pueden confundir síntomas de infarto con digestión?
La respuesta corta es sí, y ocurre con alarmante frecuencia. En mi trayectoria como abogado especializado en negligencias cardiológicas, he representado a cientos de personas que acudieron a urgencias con lo que los médicos diagnosticaron erróneamente como «problemas digestivos», cuando en realidad estaban sufriendo un infarto.
El caso de Antonio (nombre ficticio) es paradigmático: acudió tres veces a urgencias en una semana con dolor en el pecho y sensación de ardor. En las tres ocasiones le recetaron antiácidos y lo enviaron a casa. Dos días después, sufrió un infarto masivo que le dejó con el 40% de capacidad cardíaca. ¿Podría haberse evitado? Absolutamente.
La confusión entre síntomas digestivos y cardíacos se produce porque ambos pueden manifestarse de forma similar:
- Dolor o presión en el centro del pecho
- Sensación de ardor que puede irradiarse hacia el cuello o mandíbula
- Malestar en la parte superior del abdomen
- Náuseas y vómitos
- Sudoración excesiva
Lo que marca la diferencia es que un profesional sanitario debe saber identificar las señales de alarma y realizar las pruebas diagnósticas adecuadas, especialmente en pacientes con factores de riesgo cardiovascular.
Señales de alarma que los médicos no deberían ignorar
Cuando analizamos casos donde se han confundido síntomas de infarto con problemas digestivos, encontramos patrones recurrentes de negligencia. Los profesionales sanitarios tienen la obligación de estar alerta ante ciertos signos que sugieren un origen cardíaco y no digestivo:
Características del dolor que indican problema cardíaco
- Dolor opresivo (como un peso sobre el pecho) en lugar de ardor punzante
- Dolor que se irradia hacia el brazo izquierdo, mandíbula o espalda
- Malestar que empeora con el esfuerzo y mejora con el reposo
- Episodios de dolor que duran más de 10-15 minutos
- Dolor acompañado de dificultad para respirar o sensación de muerte inminente
En mi opinión como abogado especializado en negligencias cardiológicas, cualquier médico de urgencias que recibe a un paciente con estos síntomas y no realiza al menos un electrocardiograma está incurriendo en una posible negligencia médica, especialmente si el paciente tiene factores de riesgo cardiovascular.
Factores de riesgo que exigen descartar problemas cardíacos
La presencia de estos factores debería encender todas las alarmas en un servicio de urgencias:
- Edad superior a 40 años
- Hipertensión arterial
- Diabetes
- Colesterol elevado
- Tabaquismo
- Obesidad
- Antecedentes familiares de cardiopatías
- Episodios previos de dolor torácico
¿Te ha pasado algo parecido? Si acudiste a urgencias con dolor torácico y tenías varios de estos factores de riesgo, pero te enviaron a casa sin realizar pruebas cardíacas básicas, podrías haber sido víctima de una negligencia médica.
Pruebas diagnósticas imprescindibles para diferenciar problemas cardíacos de digestivos
Cuando existe la más mínima sospecha de que los síntomas digestivos puedan ser en realidad manifestaciones de un problema cardíaco, hay pruebas que deben realizarse obligatoriamente:
Pruebas básicas que nunca deberían omitirse
- Electrocardiograma (ECG): Es rápido, no invasivo y puede detectar signos de isquemia miocárdica. Su omisión en pacientes con dolor torácico es difícilmente justificable.
- Analítica sanguínea con marcadores cardíacos: Las troponinas son proteínas que se liberan cuando hay daño en el músculo cardíaco. Su elevación es un indicador clave de infarto.
- Medición de constantes vitales: Presión arterial, frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno y temperatura.
- Auscultación cardíaca y pulmonar: Puede revelar alteraciones del ritmo cardíaco o signos de insuficiencia cardíaca.
Desde mi experiencia en casos relacionados con la confusión entre síntomas de infarto y problemas digestivos, insisto en que la omisión de estas pruebas básicas constituye una vulneración del protocolo médico estándar y puede ser base suficiente para una reclamación por negligencia.
Casos reales: cuando confunden un infarto con problemas digestivos
A lo largo de mi carrera he representado a numerosas víctimas de este tipo de error diagnóstico. Estos son algunos patrones recurrentes:
El caso del «reflujo persistente»
María, de 52 años, acudió a urgencias con dolor retroesternal, sensación de ardor y náuseas. Tenía hipertensión y su padre había fallecido de infarto a los 60 años. Le diagnosticaron reflujo gastroesofágico y le recetaron omeprazol. Tres días después, mientras el dolor persistía, sufrió un infarto masivo. La autopsia reveló que el daño cardíaco había comenzado días antes, coincidiendo con su visita a urgencias.
El hospital fue condenado por no realizar un ECG ni analítica con troponinas, a pesar de los factores de riesgo evidentes.
El diagnóstico de «gastritis por estrés»
Javier, ejecutivo de 45 años, comenzó a sentir presión en el pecho y malestar abdominal durante una reunión importante. En urgencias, el médico atribuyó los síntomas al estrés laboral y una posible gastritis. Le recetaron antiácidos y ansiolíticos. Esa misma noche sufrió un infarto. Afortunadamente sobrevivió, pero con secuelas permanentes en su capacidad cardíaca.
La investigación posterior demostró que no se siguió el protocolo para dolor torácico, omitiendo pruebas esenciales como el ECG y la analítica con marcadores cardíacos.
Esto puede marcar la diferencia entre una vida normal y una discapacidad irreversible… o incluso la muerte. La negligencia en estos casos no solo cambia vidas, sino que las destruye.
¿Has sufrido confusión entre síntomas de infarto y digestión? Consejos legales que necesitas saber
Si tú o un familiar habéis sido víctimas de un error diagnóstico donde confundieron un infarto con problemas digestivos, estos son los pasos que debes seguir:
Recopilación de pruebas médicas
- Solicita tu historial clínico completo: Tienes derecho a obtenerlo según la Ley de Autonomía del Paciente. Debe incluir todas las visitas a urgencias, pruebas realizadas (o no realizadas) y diagnósticos.
- Conserva todas las recetas y medicamentos que te prescribieron cuando te diagnosticaron erróneamente.
- Reúne informes posteriores que confirmen el infarto o problema cardíaco.
- Documenta las secuelas: Informes de capacidad, bajas laborales, tratamientos continuados, etc.
Plazos legales que debes conocer
El tiempo juega en tu contra. Los plazos para reclamar son:
- 1 año desde que se estabilizan las secuelas para reclamaciones por responsabilidad extracontractual en la sanidad privada.
- 1 año desde el alta médica definitiva o la determinación de secuelas para reclamaciones patrimoniales en la sanidad pública.
- 5 años para casos de negligencia que puedan considerarse delito de lesiones por imprudencia profesional grave.
Lo que suelo recomendar a mis clientes cuando hay un infarto mal diagnosticado es no esperar. Cuanto antes iniciemos las acciones legales, más fácil será reconstruir los hechos y obtener testimonios relevantes.
Diferencias clave: síntomas digestivos vs. cardíacos que todo médico debería conocer
Los profesionales sanitarios están obligados a conocer las diferencias sutiles pero cruciales entre problemas digestivos y cardíacos:
Síntoma | Origen digestivo | Origen cardíaco |
---|---|---|
Relación con las comidas | Suele aparecer o empeorar después de comer | No necesariamente relacionado con la ingesta |
Alivio con antiácidos | Mejora significativamente | Mejora leve o nula |
Duración | Episodios breves o fluctuantes | Persistente, más de 10-15 minutos |
Irradiación | Localizado en epigastrio | Puede irradiarse a brazo, mandíbula, espalda |
Síntomas asociados | Eructos, regurgitación ácida | Dificultad respiratoria, sudoración fría |
Cuando un médico no tiene en cuenta estas diferencias y no realiza las pruebas necesarias para un diagnóstico diferencial adecuado, está incurriendo en una posible negligencia médica.
El marco legal de las negligencias por confusión entre síntomas de infarto y digestivos
Las reclamaciones por este tipo de negligencias se fundamentan en varios principios jurídicos y normativas:
Base jurídica para la reclamación
- Ley 41/2002 de Autonomía del Paciente: Establece el derecho a una atención sanitaria adecuada a las necesidades del paciente.
- Ley 44/2003 de Ordenación de las Profesiones Sanitarias: Obliga a los profesionales a prestar una atención técnica y profesional adecuada.
- Artículos 1902 y 1903 del Código Civil: Fundamentan la responsabilidad por daños causados por negligencia o imprudencia.
- Ley 40/2015: Regula la responsabilidad patrimonial de la Administración Pública en caso de negligencias en la sanidad pública.
La jurisprudencia ha establecido que los servicios de urgencias tienen una especial obligación de descartar patologías potencialmente mortales como el infarto, especialmente cuando existen factores de riesgo evidentes.
Grupos de riesgo: cuando confundir síntomas de infarto con digestión es más frecuente
Existen colectivos especialmente vulnerables a este tipo de error diagnóstico:
Mujeres: presentación atípica del infarto
Las mujeres suelen presentar síntomas menos «clásicos» de infarto, lo que aumenta el riesgo de confusión con problemas digestivos:
- Mayor frecuencia de náuseas y vómitos
- Dolor en la parte alta del abdomen en lugar del centro del pecho
- Fatiga inusual como síntoma predominante
- Dolor de espalda o mandíbula sin dolor torácico evidente
En mi experiencia como abogado especializado en negligencias cardiológicas, he observado que las mujeres tienen más probabilidades de ser diagnosticadas erróneamente con problemas digestivos cuando en realidad están sufriendo un infarto.
Diabéticos: el infarto silencioso
Los pacientes con diabetes pueden sufrir «infartos silenciosos» con síntomas atípicos o menos intensos debido a la neuropatía que afecta la percepción del dolor. Esto hace que sea más probable que sus síntomas se atribuyan erróneamente a problemas digestivos.
Ancianos: síntomas confusos
En personas mayores, los síntomas de infarto pueden manifestarse principalmente como:
- Confusión o desorientación
- Fatiga inexplicable
- Malestar digestivo vago
- Dificultad respiratoria sin dolor torácico
Estos grupos merecen una atención especial y la aplicación de protocolos más exhaustivos para descartar problemas cardíacos, incluso cuando los síntomas parecen digestivos.
Protocolos médicos que deberían seguirse ante la duda
Existen protocolos establecidos que los servicios de urgencias deben seguir cuando un paciente presenta síntomas que podrían ser tanto digestivos como cardíacos:
El algoritmo de evaluación del dolor torácico
- Evaluación inicial rápida (triaje) para identificar pacientes de alto riesgo
- Electrocardiograma en los primeros 10 minutos desde la llegada a urgencias
- Analítica sanguínea con marcadores cardíacos (troponinas)
- Evaluación de factores de riesgo cardiovascular
- Observación mínima de 6 horas en casos dudosos
- Repetición de ECG y marcadores si los síntomas persisten
La omisión de estos pasos, especialmente en pacientes con factores de riesgo, constituye una desviación de la lex artis que puede fundamentar una reclamación por negligencia médica.
Consecuencias a largo plazo de un infarto mal diagnosticado
Cuando se confunden los síntomas de un infarto con problemas digestivos y se retrasa el tratamiento adecuado, las consecuencias pueden ser devastadoras:
- Daño miocárdico permanente: «El tiempo es músculo». Cada minuto de retraso en el tratamiento significa más células cardíacas muertas.
- Insuficiencia cardíaca crónica: Limitando la capacidad funcional y calidad de vida.
- Mayor riesgo de arritmias: Incluso años después del evento.
- Necesidad de medicación de por vida: Con sus correspondientes efectos secundarios.
- Incapacidad laboral: Parcial o total, dependiendo del daño cardíaco.
- Impacto psicológico: Ansiedad, depresión y síndrome de estrés postraumático.
Todas estas consecuencias deben ser valoradas a la hora de cuantificar la indemnización en caso de negligencia médica.
¿Cómo ayudamos en NegligenciaMedica.Madrid a las víctimas de errores diagnósticos cardíacos?
En mi despacho especializado en negligencias médicas cardiológicas, ofrecemos un enfoque integral para ayudar a las víctimas de diagnósticos erróneos:
Análisis de viabilidad de la reclamación
Realizamos un estudio preliminar gratuito de tu caso para determinar si existe base para una reclamación por negligencia médica. Evaluamos:
- La documentación médica disponible
- El cumplimiento o incumplimiento de protocolos
- La relación causa-efecto entre la negligencia y el daño
- Las posibilidades reales de éxito
Recopilación de pruebas médicas y periciales
Nos encargamos de:
- Solicitar y analizar el historial clínico completo
- Coordinar informes periciales con cardiólogos expertos
- Documentar exhaustivamente las secuelas y su impacto en tu vida
- Preparar toda la documentación necesaria para la reclamación
Representación legal especializada
Nuestro equipo está especializado exclusivamente en negligencias médicas cardiológicas, lo que nos proporciona un conocimiento profundo de:
- Protocolos específicos de actuación en cardiología
- Jurisprudencia actualizada sobre casos similares
- Estrategias efectivas de negociación con aseguradoras
- Argumentación técnico-jurídica especializada
Aquí empieza lo que muchos desconocen sobre cardiología de urgencias… nuestra especialización nos permite detectar negligencias que otros abogados generalistas podrían pasar por alto.
Preguntas frecuentes sobre confusión entre síntomas de infarto y digestivos
¿Puedo reclamar si me diagnosticaron gastritis pero era un infarto?
Sí, siempre que puedas demostrar que el médico no siguió los protocolos adecuados para descartar un problema cardíaco. Si tenías factores de riesgo cardiovascular y no te realizaron pruebas básicas como un ECG o una analítica con troponinas, existe base para una posible reclamación. Es fundamental que no hayan transcurrido más de 1 año desde la estabilización de las secuelas o 5 años si las lesiones son graves.
¿Pueden confundir síntomas de infarto con digestión en personas jóvenes?
Absolutamente. Aunque es menos frecuente, los infartos también ocurren en personas jóvenes, especialmente si tienen factores de riesgo como tabaquismo, obesidad, hipertensión o antecedentes familiares. Precisamente por ser menos esperado, el error diagnóstico suele ser más común en este grupo de edad. Los médicos tienden a atribuir el dolor torácico en jóvenes a causas digestivas, musculares o ansiedad, omitiendo pruebas cardíacas esenciales.
¿Qué indemnización puedo recibir si confundieron mi infarto con un problema digestivo?
La cuantía de la indemnización depende de múltiples factores: el grado de daño cardíaco permanente, las secuelas funcionales, la pérdida de calidad de vida, la incapacidad laboral resultante y el impacto psicológico. También influye si la negligencia ocurrió en la sanidad pública o privada. En casos graves con secuelas permanentes, las indemnizaciones pueden oscilar entre 60.000€ y 300.000€, llegando a cantidades mayores en casos de fallecimiento o incapacidad total.
Conclusión: La importancia de actuar ante la confusión de síntomas de infarto con digestión
La confusión entre síntomas de infarto y problemas digestivos sigue siendo una realidad alarmante en nuestro sistema sanitario. Como he visto en numerosos casos a lo largo de mi carrera, este error diagnóstico puede tener consecuencias devastadoras e irreversibles.
Si tú o un ser querido habéis sufrido las consecuencias de este tipo de negligencia médica, es fundamental que sepáis que no estáis solos. El sistema legal ofrece mecanismos para obtener una compensación justa por el daño sufrido y, lo que es igualmente importante, para contribuir a que estos errores no se repitan en el futuro.
En NegligenciaMedica.Madrid contamos con la experiencia y especialización necesarias para guiarte en todo el proceso, desde la evaluación inicial de tu caso hasta la obtención de la indemnización que mereces. Entendemos no solo los aspectos legales, sino también los médicos y emocionales de estas situaciones traumáticas.
Recuerda que pueden confundir síntomas de infarto con digestión, pero tú tienes derecho a una atención médica adecuada y a reclamar cuando esta no cumple con los estándares exigibles. No permitas que un error médico quede sin respuesta. Tu caso puede ser también una oportunidad para mejorar la atención sanitaria de todos.
Abogado ejerciente del ICAM con más de 15 años de experiencia. Colegiado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, colegiado número de colegiado 128.064. Especializado en Negligencias Médicas. Actual Director del bufete Ródenas Abogados y Asociados S.L.U. Licenciado en Derecho por la Universidad Instituto de Estudios Bursátiles (I.E.B.) con Máster de Acceso a la Abogacía.