¿Pueden justificar síntomas graves diciendo que es cosa de la edad? Esta es una pregunta que escucho con demasiada frecuencia en mi despacho. Entiendo perfectamente tu frustración y preocupación si te han dicho que los síntomas alarmantes que presenta tu hijo son «normales» o «propios de su desarrollo». Como abogado especializado en negligencias médicas, he visto demasiados casos donde este tipo de justificaciones han retrasado diagnósticos cruciales, provocando consecuencias irreversibles.

Te prometo que en este artículo encontrarás respuestas claras sobre cuándo esta justificación constituye una negligencia médica en pediatría, qué derechos amparan a tu hijo como paciente y qué pasos puedes dar si sospechas que habéis sido víctimas de una mala praxis. Analizaremos casos reales, el marco legal que os protege y las acciones concretas que podéis emprender.

¿Pueden justificar síntomas graves diciendo que es cosa de la edad en pediatría?

La respuesta corta y contundente es no. Los profesionales sanitarios no pueden descartar síntomas graves en niños simplemente atribuyéndolos a fases del desarrollo o a la edad. Esta práctica, lamentablemente común, constituye una negligencia médica cuando existe un cuadro sintomático que requiere investigación.

He representado a familias cuyos hijos presentaban síntomas como dolores de cabeza persistentes, fatiga extrema o dolor abdominal intenso, y recibieron como única respuesta que «son cosas de la edad» o «ya se le pasará». Meses después, estos niños fueron diagnosticados con condiciones graves que podrían haberse tratado antes, evitando secuelas permanentes.

La pediatría exige un nivel de atención particularmente elevado precisamente porque los niños:

  • No siempre pueden expresar con precisión sus síntomas
  • Presentan cuadros clínicos que pueden evolucionar rápidamente
  • Tienen sistemas inmunológicos en desarrollo
  • Pueden manifestar enfermedades de forma atípica

Señales de alarma: cuando «es cosa de la edad» esconde una negligencia

¿Cómo distinguir entre una valoración médica adecuada y una negligencia? Existen señales de alarma que deberían hacerte sospechar:

  • El médico desestima síntomas sin realizar pruebas complementarias
  • No hay seguimiento de síntomas persistentes
  • Se atribuyen a la edad síntomas que afectan significativamente la calidad de vida
  • El profesional muestra desinterés ante tu preocupación como padre/madre
  • No hay derivación a especialistas cuando los síntomas no mejoran

Recuerdo el caso de Lucía, una niña de 7 años cuyos padres consultaron repetidamente por dolores articulares. Durante más de un año les dijeron que eran «dolores de crecimiento». Cuando finalmente fue derivada a reumatología, se diagnosticó una artritis idiopática juvenil en fase avanzada, con daños articulares que podrían haberse minimizado con un tratamiento temprano.

Patologías frecuentemente infradiagnosticadas en pediatría

Existen condiciones médicas que, por su complejidad o por manifestarse de forma progresiva, son especialmente susceptibles de ser descartadas como «cosas de la edad»:

  • Enfermedades autoinmunes (diabetes tipo 1, celiaquía, artritis juvenil)
  • Trastornos neurológicos (epilepsias atípicas, migrañas pediátricas)
  • Problemas endocrinos (hipotiroidismo, pubertad precoz o retrasada)
  • Trastornos del neurodesarrollo (TEA, TDAH, dificultades específicas del aprendizaje)
  • Patologías oncológicas con síntomas inespecíficos iniciales

El marco legal: derechos del paciente pediátrico frente a «es cosa de la edad»

Cuando un profesional sanitario justifica síntomas graves diciendo que es cosa de la edad, está vulnerando varios derechos fundamentales del paciente pediátrico y su familia:

  • El derecho a una atención sanitaria de calidad, recogido en la Ley 41/2002 de Autonomía del Paciente
  • El derecho a la información clínica completa y comprensible
  • El derecho a la protección de la salud consagrado en el artículo 43 de la Constitución Española
  • Los derechos específicos del niño hospitalizado según la Carta Europea de los Niños Hospitalizados

La legislación española establece claramente que los menores tienen derecho a recibir una atención sanitaria adaptada a sus necesidades, con profesionales específicamente formados en pediatría. Cuando un médico descarta síntomas graves como «cosa de la edad» sin realizar las pruebas pertinentes, está incumpliendo su obligación de medios.

La lex artis en pediatría: estándares de buena práctica

El concepto jurídico de lex artis (conjunto de prácticas médicas aceptadas como correctas) es especialmente relevante en pediatría. Un pediatra debe:

  • Realizar una anamnesis completa, escuchando tanto al niño como a los padres
  • Explorar físicamente al paciente de forma sistemática
  • Solicitar pruebas complementarias cuando los síntomas lo justifiquen
  • Realizar seguimiento de síntomas persistentes
  • Derivar a especialistas cuando sea necesario

En mi opinión como abogado especializado en negligencias médicas pediátricas, el umbral de sospecha clínica debe ser especialmente bajo en niños, precisamente porque no pueden defender sus derechos por sí mismos y porque muchas patologías evolucionan de forma diferente que en adultos.

Casos reales: cuando «es cosa de la edad» provocó consecuencias graves

A lo largo de mi carrera he representado a numerosas familias afectadas por este tipo de negligencia. Estos casos ilustran la gravedad del problema:

Caso 1: Retraso diagnóstico en diabetes tipo 1

Carlos, de 6 años, comenzó a presentar sed excesiva, cansancio y pérdida de peso. Sus padres consultaron tres veces en un mes, recibiendo como respuesta que «los niños a esta edad beben mucha agua» y que «probablemente está creciendo, por eso come más pero no engorda». Cuando finalmente fue hospitalizado, presentaba una cetoacidosis diabética grave que pudo costarle la vida.

Caso 2: Tumor cerebral confundido con «dolores de cabeza normales»

Ana, de 9 años, sufría cefaleas matutinas con vómitos ocasionales. Durante seis meses, su pediatra insistió en que eran «dolores de cabeza propios de la edad escolar» y recomendó reducir el estrés académico. Cuando finalmente se realizó una prueba de imagen, se descubrió un tumor cerebral que requirió una intervención de urgencia, con secuelas neurológicas permanentes que podrían haberse minimizado con un diagnóstico temprano.

Caso 3: Enfermedad celíaca no diagnosticada

Miguel, de 4 años, presentaba retraso en el crecimiento, irritabilidad y problemas digestivos. Su pediatra atribuyó estos síntomas a «fases del desarrollo» y a que «algunos niños crecen más tarde». Tras dos años de consultas, un cambio de médico llevó al diagnóstico de enfermedad celíaca, pero el retraso en el tratamiento había provocado ya problemas de desarrollo y déficits nutricionales significativos.

¿Has sufrido justificación de síntomas graves diciendo que es cosa de la edad? Consejos legales que necesitas saber

Si sospechas que tu hijo ha sido víctima de una negligencia médica donde se han justificado síntomas graves como «cosa de la edad», estos son los pasos que debes seguir:

1. Documentar todo el proceso asistencial

  • Solicita el historial clínico completo de tu hijo. Tienes derecho a acceder a él según la Ley 41/2002.
  • Lleva un diario detallado de síntomas, incluyendo fechas, duración e intensidad.
  • Guarda todas las pruebas realizadas, incluso las que se hayan considerado normales.
  • Conserva informes de urgencias o consultas con diferentes profesionales.

2. Buscar una segunda opinión médica

  • Consulta con otro especialista, preferiblemente en un centro diferente.
  • Solicita que el nuevo profesional documente por escrito su valoración.
  • Si es posible, acude a un centro de referencia en la patología sospechada.

3. Presentar reclamaciones administrativas

  • Presenta una reclamación formal ante el Servicio de Atención al Paciente del centro sanitario.
  • Dirige una reclamación a la Consejería de Sanidad de tu Comunidad Autónoma.
  • Contacta con el Defensor del Paciente de tu comunidad.

4. Valoración por un perito médico especializado

Este paso es fundamental para determinar si existe negligencia médica. El perito analizará:

  • Si la actuación médica se ajustó a la lex artis
  • Si existió retraso diagnóstico injustificado
  • Si se realizaron las pruebas indicadas según los síntomas
  • Qué consecuencias ha tenido el retraso en el diagnóstico y tratamiento

5. Asesoramiento legal especializado

Contacta con un abogado especializado en negligencias médicas pediátricas que pueda:

  • Evaluar la viabilidad de tu caso
  • Coordinar la actuación de peritos médicos
  • Gestionar reclamaciones extrajudiciales
  • Representarte en procedimientos judiciales si fuera necesario

Lo que suelo recomendar a las familias cuando hay indicios de que se han justificado síntomas graves como «cosa de la edad» es actuar con celeridad pero también con rigor. No todas las evoluciones desfavorables constituyen negligencia, pero sí lo es descartar síntomas sin la debida investigación clínica.

Plazos para reclamar cuando justifican síntomas graves como cosa de la edad

Es fundamental conocer los plazos legales para reclamar, ya que su incumplimiento puede hacer que perdamos la oportunidad de obtener compensación:

  • Vía civil: El plazo general es de 1 año desde que se conocen las secuelas definitivas (art. 1968.2 del Código Civil).
  • Vía administrativa (sanidad pública): 1 año desde que se produjo el daño o desde que se manifestaron sus efectos lesivos.
  • Casos de secuelas permanentes en menores: El plazo no comienza a contar hasta que el menor alcanza la mayoría de edad.

Desde mi experiencia en casos relacionados con la justificación de síntomas graves como cosa de la edad, insisto en que no debemos esperar a que las consecuencias sean irreversibles para actuar. Muchas familias dudan de su propio criterio frente a la opinión médica, pero como padres tenéis un conocimiento único sobre vuestro hijo que debe ser respetado y considerado parte fundamental del proceso diagnóstico.

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¿Qué indemnización corresponde cuando justifican síntomas graves como cosa de la edad?

La cuantificación del daño en estos casos debe considerar múltiples factores:

  • Daño físico permanente causado por el retraso diagnóstico
  • Períodos de hospitalización que podrían haberse evitado
  • Tratamientos adicionales necesarios por el diagnóstico tardío
  • Daño moral al menor y a la familia
  • Pérdida de calidad de vida o afectación al desarrollo
  • Gastos extraordinarios presentes y futuros (terapias, adaptaciones, etc.)
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Las indemnizaciones en casos pediátricos suelen ser más elevadas que en adultos, precisamente porque el impacto de una negligencia puede afectar a toda una vida por delante. El baremo de accidentes de tráfico se utiliza como referencia orientativa, pero en casos de especial gravedad, los tribunales pueden establecer indemnizaciones superiores.

Prevención: cómo actuar ante la sospecha de que justifican síntomas graves como cosa de la edad

Como abogado, no solo me dedico a reclamar cuando el daño ya está hecho, sino que considero fundamental la prevención. Si tu hijo presenta síntomas que te preocupan y sientes que no están siendo adecuadamente valorados:

  • Insiste en consultas de seguimiento documentando la evolución de los síntomas
  • Solicita por escrito las pruebas que consideres necesarias
  • Pide derivación a especialistas si los síntomas persisten
  • Busca una segunda opinión sin esperar a que la situación se agrave
  • Acude a urgencias si los síntomas empeoran, explicando el historial previo

Confía en tu instinto como padre o madre. Nadie conoce mejor a tu hijo que tú, y ese conocimiento es una herramienta diagnóstica valiosa que los profesionales deberían incorporar a su valoración.

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Cómo te ayudamos en NegligenciaMedica.Madrid con casos donde justifican síntomas graves como cosa de la edad

En mi despacho especializado en negligencias médicas pediátricas ofrecemos un enfoque integral para estos casos:

  • Análisis preliminar gratuito de la documentación médica disponible
  • Coordinación con peritos médicos especializados en pediatría
  • Gestión completa de reclamaciones administrativas y judiciales
  • Acompañamiento a la familia durante todo el proceso
  • Negociación con aseguradoras y servicios jurídicos de la administración
  • Representación judicial con abogados especializados en derecho sanitario

Nuestro objetivo no es solo obtener una compensación económica, sino también contribuir a que estas situaciones no se repitan, promoviendo protocolos de actuación más seguros en pediatría.

Preguntas frecuentes sobre casos donde justifican síntomas graves como cosa de la edad

¿Es posible reclamar si finalmente mi hijo recibió el diagnóstico correcto, aunque con retraso?

Sí, es posible reclamar por un diagnóstico tardío cuando este retraso ha provocado daños que podrían haberse evitado. Lo determinante no es si finalmente se llegó al diagnóstico correcto, sino si el tiempo transcurrido hasta ese diagnóstico se ajustó a la lex artis o si, por el contrario, hubo una demora injustificada al descartar síntomas graves como «cosa de la edad».

¿Qué hacer si diferentes médicos dan opiniones contradictorias sobre si los síntomas de mi hijo son normales para su edad?

Cuando existen opiniones médicas contradictorias, es recomendable:

  • Solicitar que cada profesional documente por escrito su valoración y recomendaciones
  • Buscar la opinión de especialistas en la patología específica que se sospecha
  • Acudir a un centro médico de referencia para obtener una valoración definitiva
  • Conservar todos los informes, incluso los contradictorios, ya que pueden ser relevantes en un eventual proceso legal

¿Cuánto tiempo puede tardar un proceso por negligencia cuando justifican síntomas graves como cosa de la edad?

Los procesos por negligencia médica pediátrica suelen ser complejos y pueden prolongarse entre 2 y 5 años, dependiendo de varios factores:

  • La complejidad técnica del caso y la claridad de la negligencia
  • Si se alcanza un acuerdo extrajudicial o es necesario llegar a juicio
  • La carga de trabajo de los juzgados en la jurisdicción correspondiente
  • La necesidad de pruebas periciales complejas o múltiples

No obstante, en casos de especial gravedad o claridad, es posible solicitar medidas cautelares o anticipos de indemnización para cubrir necesidades urgentes del menor.

Conclusión: No permitas que justifiquen síntomas graves como cosa de la edad

A lo largo de este artículo hemos analizado cómo la justificación de síntomas graves como «cosa de la edad» puede constituir una negligencia médica con consecuencias potencialmente devastadoras para los niños. Como padres, tenéis el derecho y la responsabilidad de exigir una atención médica adecuada para vuestros hijos.

Los menores son especialmente vulnerables ante este tipo de negligencias, ya que dependen completamente de los adultos para defender sus derechos. Si sospechas que tu hijo ha sido víctima de una mala praxis donde se han minimizado síntomas importantes, no dudes en buscar asesoramiento legal especializado.

En NegligenciaMedica.Madrid estamos comprometidos con la defensa de los derechos de los pacientes pediátricos y sus familias. Cada caso que representamos no solo busca una compensación justa, sino también contribuir a un sistema sanitario más seguro y responsable para todos los niños.

Recuerda: confía en tu instinto como padre o madre, documenta todo el proceso asistencial y no aceptes explicaciones simplistas cuando la salud de tu hijo está en juego. Los síntomas graves nunca son «cosa de la edad» y merecen ser investigados con toda la diligencia y profesionalidad que nuestros hijos merecen.