¿Es normal que haya perdido sensibilidad en alguna zona? Esta es una pregunta que escucho con frecuencia en mi despacho, mientras observo la preocupación en los ojos de mis clientes. Entiendo perfectamente tu inquietud si estás experimentando esta situación. La pérdida de sensibilidad puede ser alarmante y, en muchos casos, está relacionada con procedimientos médicos que no han salido como deberían. Como abogado especializado en negligencias médicas, te acompaño en este proceso para entender qué ha ocurrido y cómo podemos proteger tus derechos.
¿Es normal que haya perdido sensibilidad en alguna zona tras una intervención médica?
La pérdida de sensibilidad después de un procedimiento médico puede ocurrir en determinadas circunstancias, pero esto no significa que siempre sea «normal» o aceptable. Existen diferencias cruciales entre efectos secundarios esperados y verdaderas negligencias médicas. Cuando un paciente experimenta pérdida de sensibilidad, debemos analizar varios factores:
- Si esta complicación fue informada previamente como posible riesgo
- Si la técnica empleada fue la adecuada según la lex artis
- Si hubo seguimiento apropiado tras detectarse el problema
- Si la pérdida de sensibilidad es temporal o permanente
En mi opinión como abogado especializado en negligencias médicas, la línea entre una complicación aceptable y una negligencia suele encontrarse en la información previa proporcionada al paciente. El consentimiento informado debe explicar claramente los riesgos de pérdida sensitiva asociados al procedimiento.
¿Quieres saber por qué esto es tan importante? Porque determina si tienes derecho a una indemnización por los daños sufridos.
Causas médicas que pueden explicar por qué has perdido sensibilidad en alguna zona
Antes de abordar el aspecto legal, es fundamental entender las causas médicas que pueden provocar una pérdida de sensibilidad. No todas las alteraciones sensitivas son consecuencia de una mala praxis, aunque muchas sí lo son.
Intervenciones quirúrgicas y pérdida sensitiva
Durante ciertas cirugías, especialmente las que involucran áreas con abundante inervación como la cara, manos o zona genital, existe un riesgo inherente de dañar terminaciones nerviosas. Sin embargo, el cirujano tiene la obligación de identificar y preservar estas estructuras nerviosas siempre que sea técnicamente posible.
Por ejemplo, María se sometió a una abdominoplastia y posteriormente perdió sensibilidad en gran parte de su abdomen. Aunque cierta disminución sensitiva temporal puede ser esperable, la pérdida completa y permanente podría indicar una lesión nerviosa durante la intervención que podría haberse evitado con una técnica quirúrgica más cuidadosa.
Tratamientos estéticos y pérdida de sensibilidad
Los procedimientos estéticos como inyecciones de relleno, hilos tensores o tratamientos con láser también pueden provocar alteraciones sensitivas. La correcta aplicación de estas técnicas minimiza significativamente el riesgo, por lo que una pérdida importante de sensibilidad suele ser indicativa de una posible negligencia.
Aquí viene lo que nadie te cuenta… Muchos centros estéticos no informan adecuadamente sobre estos riesgos o permiten que personal sin la cualificación necesaria realice estos procedimientos, aumentando exponencialmente la probabilidad de complicaciones sensitivas.
¿Cuándo la pérdida de sensibilidad en una zona puede considerarse una negligencia médica?
Determinar si la pérdida de sensibilidad constituye una negligencia médica requiere un análisis detallado del caso. Los elementos clave para establecer una posible negligencia incluyen:
- Ausencia de información previa: Si no fuiste advertido sobre la posibilidad de perder sensibilidad.
- Técnica inadecuada: Cuando el procedimiento no se realizó conforme a los protocolos establecidos.
- Falta de experiencia: Si el profesional carecía de la formación o habilidad necesaria.
- Respuesta inadecuada: Cuando, tras aparecer los síntomas, no se actuó correctamente para minimizar el daño.
Veamos por qué este detalle marca la diferencia… En el caso de Carlos, quien perdió sensibilidad en parte de su rostro tras una cirugía maxilofacial, pudimos demostrar negligencia porque el cirujano seccionó un nervio que, según los informes periciales, era perfectamente visible y debía haberse preservado siguiendo las técnicas habituales.
Lo que suelo recomendar a mis clientes en estos casos es recopilar toda la documentación médica disponible y solicitar una valoración por un especialista independiente que pueda determinar si la pérdida sensitiva era evitable o no.
Tipos de pérdida de sensibilidad que pueden indicar una mala praxis
No todas las alteraciones sensitivas tienen el mismo significado desde el punto de vista médico-legal. Es importante distinguir entre diferentes tipos de déficit sensitivo:
Pérdida completa de sensibilidad (anestesia)
La ausencia total de sensibilidad en un área específica suele ser la manifestación más grave y, salvo en determinadas intervenciones donde se advierte específicamente de este riesgo, puede ser un fuerte indicador de daño nervioso por negligencia. Esta situación es especialmente relevante cuando afecta a zonas funcionales como las manos o los genitales.
Disminución de la sensibilidad (hipoestesia)
La reducción parcial de la sensibilidad puede ser temporal en muchos casos, pero cuando se cronifica sin explicación médica razonable, debemos plantearnos si hubo alguna irregularidad en el procedimiento.
Sensaciones anormales (parestesias, disestesias)
Hormigueos, sensación de quemazón o dolor al tacto son alteraciones que pueden aparecer tras ciertos procedimientos. Su persistencia más allá del periodo normal de recuperación puede indicar un daño nervioso inadecuado.
¿Has perdido sensibilidad en alguna zona? Consejos legales que necesitas saber
Si has experimentado pérdida de sensibilidad tras un procedimiento médico o estético, estos son los pasos que debes seguir para proteger tus derechos:
- Documenta detalladamente los síntomas: Anota cuándo comenzó la pérdida de sensibilidad, qué zonas afecta y cómo evoluciona.
- Consulta con otro especialista: Busca una segunda opinión médica que valore objetivamente tu situación.
- Solicita tu historial médico completo: Tienes derecho a acceder a toda tu documentación clínica, incluyendo el consentimiento informado que firmaste.
- No dejes pasar el tiempo: Las reclamaciones por negligencia médica tienen plazos de prescripción, generalmente de un año desde que se estabilizan las secuelas.
- Conserva todas las pruebas: Guarda informes, fotografías, recibos de tratamientos posteriores y cualquier comunicación con el centro médico.
Desde mi perspectiva como letrado con experiencia en casos de pérdida de sensibilidad por negligencia médica, es fundamental actuar con rapidez pero también con precisión. Un expediente bien documentado desde el principio aumenta significativamente las posibilidades de éxito en la reclamación.
Casos reales: Pérdida de sensibilidad tras intervenciones médicas y sus consecuencias legales
Para ilustrar mejor cómo se abordan legalmente estos casos, permíteme compartir algunas experiencias reales (con nombres ficticios) que he gestionado en mi despacho:
Caso de Elena: Pérdida de sensibilidad facial tras rinoplastia
Elena se sometió a una rinoplastia estética y, tras la intervención, perdió sensibilidad en parte de la nariz y labio superior. El cirujano le aseguró que era normal y temporal, pero después de 18 meses la situación no había mejorado. Tras analizar el caso, detectamos que no se le había informado adecuadamente de este riesgo en el consentimiento. Además, el perito determinó que la técnica empleada no fue la adecuada, dañando innecesariamente ramas del nervio trigémino. El caso se resolvió con una indemnización de 22.000€ por las secuelas permanentes y el daño moral.
Caso de Javier: Pérdida de sensibilidad en mano tras cirugía de túnel carpiano
Javier, carpintero de profesión, fue intervenido por síndrome del túnel carpiano. Tras la cirugía, en lugar de mejorar, perdió sensibilidad en tres dedos de la mano, afectando gravemente su capacidad laboral. La investigación reveló que el cirujano había seccionado parcialmente un nervio digital durante la intervención, error que podría haberse evitado con una técnica quirúrgica adecuada. El caso culminó con una indemnización que incluía tanto el daño físico como la incapacidad laboral parcial resultante.
¿Es normal que haya perdido sensibilidad en alguna zona genital tras procedimientos ginecológicos o urológicos?
La pérdida de sensibilidad en zonas genitales tras intervenciones ginecológicas o urológicas merece una mención especial por su impacto en la calidad de vida y sexualidad de los pacientes. Estas áreas tienen una inervación compleja y delicada que debe ser respetada durante cualquier procedimiento.
En intervenciones como episiotomías, circuncisiones, histerectomías o cirugías de próstata, existe un riesgo inherente de alteraciones sensitivas. Sin embargo, este riesgo debe ser minimizado mediante técnicas quirúrgicas precisas y debe estar claramente explicado en el consentimiento informado.
He representado a varias mujeres que sufrieron pérdida de sensibilidad en el clítoris o labios tras partos o cirugías ginecológicas, así como a hombres con pérdida sensitiva en el pene tras circuncisiones o intervenciones de próstata. Estos casos son particularmente complejos porque afectan a una esfera íntima de la persona, pero los tribunales cada vez reconocen más el derecho a indemnización por daños a la función sexual derivados de negligencias médicas.
Valoración del daño y posibles indemnizaciones por pérdida de sensibilidad
Cuando la pérdida de sensibilidad es consecuencia de una negligencia médica, el paciente tiene derecho a ser indemnizado. La cuantía de la indemnización dependerá de varios factores:
- Extensión y gravedad de la pérdida sensitiva
- Carácter temporal o permanente de la lesión
- Impacto en la vida diaria, laboral y personal
- Edad del paciente
- Posibilidades de recuperación o tratamiento
Para la valoración económica, los tribunales suelen aplicar por analogía el baremo de accidentes de tráfico establecido en la Ley 35/2015, adaptándolo a las circunstancias específicas del caso. Las indemnizaciones pueden oscilar desde pocos miles de euros para pérdidas leves y temporales, hasta cantidades superiores a 100.000€ en casos graves con afectación funcional importante.
Además de la indemnización por las secuelas físicas, también puede reclamarse por daño moral, lucro cesante si afecta a la capacidad laboral, y gastos derivados de tratamientos rehabilitadores o paliativos necesarios.
Cómo ayudamos en NegligenciaMedica.Madrid a pacientes que han perdido sensibilidad por mala praxis
En NegligenciaMedica.Madrid, bajo mi dirección, ofrecemos un acompañamiento integral a las personas que han sufrido pérdida de sensibilidad como consecuencia de una negligencia médica:
- Asesoramiento jurídico personalizado: Evaluamos cada caso individualmente, analizando la documentación médica y determinando si existe base para una reclamación.
- Peritajes médicos especializados: Colaboramos con peritos expertos en neurología y otras especialidades que pueden determinar el alcance del daño y su relación causal con la actuación médica.
- Reclamación administrativa previa: Cuando la negligencia se ha producido en la sanidad pública, gestionamos la reclamación ante el servicio de salud correspondiente.
- Negociación con aseguradoras: Buscamos acuerdos extrajudiciales satisfactorios con las compañías aseguradoras de los centros médicos.
- Representación judicial: Si es necesario, llevamos el caso a los tribunales para obtener la indemnización que mereces.
Nuestro enfoque combina el rigor jurídico con la empatía hacia el paciente, entendiendo que la pérdida de sensibilidad no solo representa un daño físico, sino también un impacto emocional y funcional significativo.
Conclusiones: ¿Es normal que haya perdido sensibilidad en alguna zona?
La pérdida de sensibilidad tras un procedimiento médico puede ser normal en determinadas circunstancias, pero nunca debemos aceptarla sin cuestionamiento cuando es extensa, permanente o no fue adecuadamente informada. Como paciente, tienes derecho a recibir una atención médica de calidad y a ser compensado cuando una negligencia te causa un daño.
Si estás experimentando pérdida de sensibilidad tras una intervención médica o estética, te animo a buscar asesoramiento legal especializado. No permitas que te convenzan de que es «normal» sin antes evaluar adecuadamente tu caso. En muchas ocasiones, lo que se presenta como una complicación inevitable es en realidad el resultado de una actuación médica negligente.
En NegligenciaMedica.Madrid estamos comprometidos con la defensa de los derechos de los pacientes y te ofrecemos la experiencia y conocimientos necesarios para determinar si tu caso merece una reclamación y acompañarte en todo el proceso.
Preguntas frecuentes sobre pérdida de sensibilidad y negligencias médicas
¿Es normal que haya perdido sensibilidad en alguna zona después de una operación y que no me recupere tras varios meses?
Aunque cierta pérdida de sensibilidad temporal puede ser normal tras algunas intervenciones, su persistencia más allá de 6-12 meses suele indicar un daño nervioso permanente. Si no fuiste adecuadamente informado de este riesgo o si la técnica empleada no fue la correcta, podría tratarse de una negligencia médica reclamable. Es recomendable que consultes con un neurólogo para valorar el alcance del daño y con un abogado especializado para evaluar posibles acciones legales.
¿Es normal que haya perdido sensibilidad en alguna zona tras un tratamiento estético y el médico me diga que es temporal?
Algunos tratamientos estéticos, especialmente los invasivos, pueden causar alteraciones sensitivas temporales. Sin embargo, si la pérdida es extensa, afecta significativamente tu calidad de vida o persiste más allá del tiempo de recuperación esperado, deberías cuestionar la explicación recibida. Muchos profesionales minimizan estas complicaciones para evitar responsabilidades. Te recomiendo documentar la evolución de tus síntomas y buscar una segunda opinión médica independiente.
¿Cuánto tiempo tengo para reclamar si he perdido sensibilidad por una negligencia médica?
El plazo general para reclamar por responsabilidad civil derivada de negligencia médica es de un año, según establece el artículo 1968 del Código Civil. Este plazo comienza a contar desde que se produce la estabilización de las secuelas, es decir, cuando se determina que la pérdida de sensibilidad es definitiva o que no habrá más mejoría. En el caso de la sanidad pública, también existe un plazo de un año para la reclamación administrativa previa. Por ello, es fundamental no demorar la consulta con un abogado especializado.
Abogado ejerciente del ICAM con más de 15 años de experiencia. Colegiado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, colegiado número de colegiado 128.064. Especializado en Negligencias Médicas. Actual Director del bufete Ródenas Abogados y Asociados S.L.U. Licenciado en Derecho por la Universidad Instituto de Estudios Bursátiles (I.E.B.) con Máster de Acceso a la Abogacía.