Imagina despertar de una operación que debía aliviar tu dolor de espalda, solo para descubrir que tus síntomas han empeorado o que has desarrollado nuevos problemas que antes no tenías. El miedo, la confusión y la sensación de traición pueden ser abrumadores. Como abogado especializado en negligencias médicas, he visto demasiadas veces cómo una intervención que debía mejorar la calidad de vida de una persona termina convirtiéndose en el inicio de un calvario médico y legal. Las operaciones de hernia discal, aunque rutinarias para muchos cirujanos, pueden convertirse en el origen de graves complicaciones cuando no se realizan con el debido cuidado y profesionalidad.

Comprendiendo las hernias discales y sus intervenciones quirúrgicas

Antes de adentrarnos en los errores médicos que pueden ocurrir, es fundamental entender qué es exactamente una hernia discal y por qué se opera. Los discos intervertebrales funcionan como amortiguadores naturales entre las vértebras de nuestra columna. Cuando el núcleo pulposo (la parte interna del disco) se desplaza a través de una fisura en el anillo fibroso exterior, estamos ante una hernia discal.

Las intervenciones más habituales para tratar hernias discales incluyen:

  • Discectomía: extirpación parcial o total del disco herniado
  • Microdiscectomía: similar a la anterior pero con técnicas mínimamente invasivas
  • Laminectomía: eliminación de parte de la vértebra para descomprimir el nervio
  • Artrodesis o fusión vertebral: fijación de dos o más vértebras
  • Implantación de prótesis discal: sustitución del disco dañado por uno artificial

Cuando alguien llega al despacho tras sufrir una negligencia médica relacionada con operaciones de hernias discales, lo primero que hago es explicarle que estas intervenciones, aunque comunes, conllevan riesgos significativos. Sin embargo, es crucial diferenciar entre una complicación esperada y un error médico evitable, distinción que marcará el éxito de cualquier reclamación posterior.

Principales errores médicos en cirugías de hernia discal

A lo largo de mi trayectoria profesional he identificado patrones recurrentes de negligencia en este tipo de intervenciones. Veamos por qué estos errores son tan graves y cómo pueden afectar permanentemente la vida del paciente:

Diagnóstico erróneo o incompleto

El camino hacia una mala intervención suele comenzar con un diagnóstico deficiente. He representado a numerosos pacientes que fueron sometidos a cirugías innecesarias porque:

  • No se realizaron todas las pruebas diagnósticas necesarias (resonancias magnéticas, TAC, electromiografías)
  • Se interpretaron incorrectamente los resultados de las pruebas realizadas
  • No se valoraron adecuadamente tratamientos conservadores alternativos antes de optar por la cirugía
  • Se operó un nivel vertebral equivocado por falta de localización precisa de la hernia

Aquí viene lo que nadie te cuenta: muchos pacientes con dolor lumbar o cervical son diagnosticados precipitadamente con hernia discal sin explorar otras posibles causas como problemas musculares, inflamatorios o incluso psicosomáticos.

Errores durante la intervención quirúrgica

Durante la propia cirugía pueden producirse diversos errores técnicos que constituyen auténticas negligencias:

  • Daño a estructuras nerviosas adyacentes, causando parestesias, parálisis o dolor neuropático crónico
  • Lesiones vasculares que pueden provocar hemorragias graves
  • Extirpación insuficiente del material discal herniado
  • Extirpación excesiva que compromete la estabilidad vertebral
  • Colocación incorrecta de implantes, tornillos o prótesis
  • Infección por deficiente asepsia durante el procedimiento

En mi opinión como abogado especializado en negligencias médicas, uno de los errores más graves y frecuentes es la lesión de la duramadre (la membrana que recubre la médula espinal), que puede provocar fístulas de líquido cefalorraquídeo con consecuencias potencialmente devastadoras si no se detectan y reparan adecuadamente.

Deficiencias en el seguimiento postoperatorio

El periodo posterior a la intervención es tan crucial como la propia cirugía. Los errores más habituales en esta fase incluyen:

  • No detectar complicaciones tempranas como infecciones o hematomas compresivos
  • Manejo inadecuado del dolor, que puede cronificarse
  • Alta hospitalaria prematura sin garantías de estabilidad
  • Ausencia de pautas claras de rehabilitación
  • Falta de seguimiento de la evolución del paciente

¿Quieres saber por qué esto es tan importante? Porque muchas complicaciones detectadas a tiempo tienen solución, pero ignoradas pueden convertirse en daños permanentes e irreversibles.

Consecuencias y secuelas derivadas de los errores médicos

Las consecuencias de una mala praxis en cirugía de hernia discal pueden ser devastadoras y permanentes:

Secuelas neurológicas

  • Síndrome de cola de caballo: afectación múltiple de raíces nerviosas lumbares que puede provocar incontinencia urinaria y fecal, disfunción sexual y debilidad en extremidades inferiores
  • Aracnoiditis: inflamación crónica de la membrana que recubre la médula espinal, causando dolor intenso y persistente
  • Radiculopatías persistentes: dolor irradiado, debilidad y alteraciones sensitivas en el territorio del nervio afectado
  • Mielopatías: daño a la médula espinal con posibles parálisis o paresias

Secuelas mecánicas y estructurales

  • Inestabilidad vertebral que puede requerir nuevas intervenciones
  • Fibrosis perirradicular: cicatrización excesiva que comprime las raíces nerviosas
  • Estenosis del canal por cicatrización inadecuada
  • Síndrome de cirugía fallida de columna: dolor persistente tras la intervención sin causa aparente

Cuando una familia llega al despacho buscando orientación tras un daño médico irreversible como los errores en operaciones de hernias discales, lo primero que les explico es que estas secuelas no solo tienen un impacto físico, sino también psicológico, social, laboral y económico. Muchos pacientes desarrollan cuadros depresivos, pierden su capacidad laboral y ven deterioradas sus relaciones personales.

Marco legal para reclamar por negligencias en cirugías de hernia discal

El fundamento jurídico para reclamar por estos errores médicos se encuentra principalmente en:

  • El artículo 1902 del Código Civil, que establece la obligación de reparar el daño causado por culpa o negligencia
  • La Ley 41/2002 de Autonomía del Paciente, especialmente en lo referente al consentimiento informado
  • El artículo 139 de la Ley 30/1992 (actualmente artículos 32 y siguientes de la Ley 40/2015), sobre responsabilidad patrimonial de la Administración cuando se trata de sanidad pública
  • Los artículos 147 y 148 del Real Decreto Legislativo 1/2007 (Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios), aplicables a centros privados

Mi experiencia con pacientes que han quedado incapacitados por una negligencia médica me ha enseñado que es fundamental documentar exhaustivamente tanto el error médico como la relación causal con las secuelas sufridas. Esto implica recopilar toda la historia clínica, informes de especialistas independientes, pruebas diagnósticas y testimonios de testigos cuando sea posible.

Plazos para reclamar: un factor crítico

Los plazos para interponer una reclamación son estrictos y varían según el ámbito:

  • 1 año para reclamaciones de responsabilidad patrimonial contra la administración sanitaria pública
  • 5 años para reclamaciones por responsabilidad contractual en centros privados (desde la reforma del Código Civil en 2015)
  • 1 año para reclamaciones por responsabilidad extracontractual

Es crucial entender que estos plazos comienzan a contar desde que se estabilizan las secuelas, no necesariamente desde la fecha de la intervención. Este matiz es fundamental y ha permitido que muchos de mis clientes pudieran reclamar aun cuando había pasado bastante tiempo desde la operación.

Vías de reclamación disponibles

Según mi experiencia en este tipo de casos de negligencia médica, existen diferentes caminos para obtener una compensación, cada uno con sus particularidades:

Reclamación administrativa previa

Obligatoria cuando la negligencia se ha producido en la sanidad pública. Consiste en presentar un escrito detallado ante el servicio de salud correspondiente, acompañado de toda la documentación que sustente la reclamación. La administración tiene 6 meses para resolver; transcurrido este plazo sin respuesta, se entiende desestimada por silencio administrativo.

Vía civil

Es la jurisdicción adecuada para reclamar contra centros o profesionales privados. Requiere la presentación de una demanda formal, generalmente precedida por un intento de acuerdo extrajudicial. En estos procedimientos es fundamental contar con informes periciales sólidos que acrediten tanto la mala praxis como el nexo causal con los daños sufridos.

Vía contencioso-administrativa

Tras agotar la vía administrativa previa, si la reclamación ha sido desestimada o no se ha obtenido respuesta, se puede acudir a los tribunales de lo contencioso-administrativo. Estos procedimientos suelen ser largos y complejos, pero pueden resultar en indemnizaciones significativas cuando el daño es grave y permanente.

Vía penal

Reservada para los casos más graves donde puede existir un delito de lesiones por imprudencia profesional. Aunque es menos frecuente, en mi experiencia, cuando hay evidencia clara de una negligencia grave con consecuencias muy severas, la vía penal puede ser una opción a considerar.

Valoración del daño y cálculo de indemnizaciones

La cuantificación económica del daño causado por una negligencia en cirugía de hernia discal debe contemplar diversos conceptos:

  • Daño emergente: gastos médicos, rehabilitación, adaptaciones en vivienda, etc.
  • Lucro cesante: pérdida de ingresos presentes y futuros
  • Daño moral: sufrimiento psicológico, pérdida de calidad de vida
  • Secuelas permanentes: valoradas según baremos orientativos

Lo que suelo recomendar a mis clientes en estos casos es que lleven un registro detallado de todos los gastos relacionados con las secuelas, así como documentación que acredite su situación laboral anterior y posterior al error médico. Esto nos permite construir una reclamación económica sólida y justificada.

La importancia del consentimiento informado

Un aspecto crucial en las reclamaciones por cirugías de hernia discal es el análisis del consentimiento informado. Este documento debe incluir:

  • Descripción clara del procedimiento a realizar
  • Riesgos específicos de la intervención
  • Alternativas terapéuticas disponibles
  • Posibles complicaciones y sus consecuencias

He ganado numerosos casos basándome en deficiencias en el consentimiento informado. No basta con que el paciente firme un documento genérico; la información debe ser específica, comprensible y adaptada a las circunstancias particulares de cada caso. La ausencia de información sobre un riesgo que finalmente se materializa puede constituir por sí misma una negligencia indemnizable.

Estrategias para fortalecer tu caso

Si has sido víctima de un error médico en una operación de hernia discal, estas son mis recomendaciones para aumentar las probabilidades de éxito en tu reclamación:

  • Solicita inmediatamente una copia completa de tu historia clínica
  • Busca una segunda opinión médica independiente que valore las secuelas y su relación con la intervención
  • Documenta mediante fotografías y vídeos la evolución de tu estado físico
  • Lleva un diario detallado de síntomas, limitaciones y tratamientos
  • Conserva todas las facturas y justificantes de gastos relacionados
  • Solicita informes a especialistas que te estén tratando las secuelas
  • Reúne testimonios de familiares o amigos que puedan acreditar el cambio en tu calidad de vida

Como profesional del derecho sanitario, considero que la preparación minuciosa del caso desde el primer momento es determinante para su éxito final. Los tribunales valoran especialmente la coherencia y solidez de las pruebas presentadas, así como la relación causal clara entre la actuación médica y el daño sufrido.

Preguntas frecuentes sobre negligencias en cirugías de hernia discal

¿Cuándo se considera que ha habido negligencia en una operación de hernia discal?

Se considera negligencia cuando la actuación médica se desvía de la lex artis ad hoc, es decir, cuando no se siguen los protocolos y estándares profesionales establecidos para ese tipo de intervención. No todo resultado adverso implica negligencia, pero sí lo es cuando el daño se produce por una actuación que podría haberse evitado aplicando la diligencia y conocimientos exigibles a un profesional de esa especialidad. Ejemplos claros son operar un nivel vertebral equivocado, dañar estructuras nerviosas por mala técnica o no detectar complicaciones postoperatorias evidentes.

¿Qué indemnización puedo esperar si demuestro una negligencia en mi operación de hernia discal?

Las indemnizaciones varían enormemente según la gravedad de las secuelas, la edad del paciente, su situación laboral previa y otros factores personales. En mi experiencia, las compensaciones pueden oscilar desde los 30.000€ para secuelas moderadas hasta superar los 500.000€ en casos de secuelas muy graves como paraplejias o síndromes de cola de caballo con incapacidad permanente. Es importante entender que cada caso es único y debe valorarse individualmente, analizando tanto el daño físico como el impacto en la calidad de vida y capacidad laboral del afectado.

¿Puedo reclamar si firmé un consentimiento informado donde se mencionaban los riesgos que finalmente ocurrieron?

Sí, es posible reclamar incluso habiendo firmado un consentimiento informado. El consentimiento no exime al médico de actuar con la diligencia debida. Si el daño se produjo por una mala ejecución técnica, por no seguir los protocolos establecidos o por negligencia en el seguimiento postoperatorio, existe base para la reclamación. Además, muchos consentimientos son defectuosos: demasiado genéricos, con lenguaje incomprensible para el paciente o que no detallan adecuadamente la probabilidad y gravedad de los riesgos. En estos casos, el consentimiento podría considerarse inválido o insuficiente.

Conclusión: la importancia de una defensa legal especializada

Las negligencias en operaciones de hernia discal pueden tener consecuencias devastadoras para los pacientes, alterando radicalmente su calidad de vida y capacidad laboral. Enfrentarse a un sistema sanitario y legal complejo requiere conocimientos especializados y experiencia en este tipo específico de reclamaciones.

En NegligenciaMedica.Madrid ofrecemos un asesoramiento integral a las víctimas de estos errores médicos. Nuestro equipo, bajo mi dirección, se encarga de todo el proceso: desde la recopilación de pruebas y documentación médica hasta la representación en todas las instancias administrativas y judiciales. Entendemos el sufrimiento físico y emocional que suponen estas situaciones, por lo que trabajamos con empatía y dedicación para conseguir la compensación que nuestros clientes merecen.

Si tú o un familiar habéis sufrido complicaciones tras una cirugía de hernia discal que sospecháis puedan deberse a un error médico, no dudéis en contactarnos. La primera consulta es gratuita y sin compromiso, y os ofreceremos una valoración sincera sobre las posibilidades de éxito de vuestra reclamación. Recordad que los plazos son limitados, por lo que es fundamental actuar con prontitud para preservar vuestros derechos.