En otras palabras, se trata de lo que se conoce también como un accidente cerebrovascular (ACV), que se produce como consecuencia de la interrupción del flujo sanguíneo por la obstrucción de una arteria o el rompimiento de un vaso sanguíneo.
Diagnosticar con precisión, en estos supuestos, es crucial para salvaguardar la vida y salud del paciente, pero ¿qué pasa cuando el personal médico no actúa en estos casos?
En estos supuestos, el diagnóstico tardío puede poner en riesgo la vida del paciente, por lo que se podría hablar de una negligencia médica, ¡veamos todos los aspectos claves en el siguiente blog!
Errores médicos comunes en la detección de un ictus
Desgraciadamente, en muchas ocasiones el personal sanitario no responde correctamente ante un posible ictus, sin tener en consideración la gravedad de la situación. Los errores más comunes que se presentan en este contexto son:
Falta de reconocimiento de los síntomas:
Este es uno de los errores más comunes. Hay muchas formas en las que un ictus se puede presentar, lo que varía en función del lugar del cerebro en que ocurra. Por este motivo, la sintomatología puede ir desde debilidad hasta entumecimientos de algún lado del cuerpo. Asimismo, pueden darse problemas en el habla o en la vista.
Una de las particularidades del personal médico es que al tratarse de síntomas que, muchas veces, son simples, se comparan con otros problemas de salud. En este sentido, el ictus pasa totalmente desapercibido y se produce un diagnóstico errado.
Retraso en la realización de exámenes:
Este es otro error grave y bastante usual. Por lo general, los médicos se niegan a realizar pruebas diagnósticas, como una resonancia magnética o una tomografía. Ambas evaluaciones son de vital importancia para determinar si hay daño cerebral generado por un posible ACV.
Al no actuar con celeridad y retardar la realización de estos exámenes, es mucho más probable que el paciente sufra daños graves y que el tratamiento sea menos efectivo.
¿Es posible reclamar una negligencia médica en caso de ictus?
¡La respuesta es sí! Cuando se presenta un ictus y el paciente pasa por alguno de los errores médicos que mencionamos antes, tiene derecho a iniciar una reclamación por negligencia médica, alegando cualquiera de los escenarios descritos.
Vale decir que, el proceso no es para nada simple, pues muchos centros de salud se negarán a cooperar. En este caso, es crucial que optes por contratar un abogado especialista en negligencias médicas que te oriente en todos los pasos a seguir.
Indemnización por negligencia médica en caso de ictus
Como en el caso del resto de casos de negligencias médicas, la cuantía correspondiente se determina en función de los daños causados. Hay variedad de secuelas que derivan de un accidente cerebrovascular y algunas son estas:
Amnesia postraumática: problemas para el aprendizaje de nuevas acciones y períodos de desorientación.
Problemas de atención: suelen darse irregularidades al momento de efectuar una actividad o prestar atención a dos acciones en simultáneo.
Pérdida de memoria: algunos pacientes pueden tener problemas para recordar eventos del pasado o para retener información.
Con respecto a lo anterior, es importante destacar también que hay otros daños mucho más severos que puede sufrir una persona en el contexto de una negligencia médica por ictus.
De acuerdo con esto, el importe que puede recibir el afectado se determina con base en el baremo de tráfico.
Atención adecuada y temprana del ictus
Ahora que tenemos claros los errores que no deben cometer los médicos en cuanto a ictus, es necesario hablar sobre lo que sí debería hacer. El Plan de Actuación a los Pacientes con Ictus explica, entre otras cosas, la importancia de priorizar la atención médica urgente en estos supuestos.
El tratamiento y la prevención en el caso de ictus es determinante para evitar daños cerebrales graves en el paciente. En cualquier caso, esta condición médica debe tratarse integralmente, con el fin de que se aborden todos los posibles síntomas.