En el sector de la salud, hay diferentes contextos en que puede darse un caso de este tipo y uno de estos son las infecciones intrahospitalarias por error médico, ¡en el siguiente blog, te contamos qué hacer en estos casos!
¿Qué es una infección hospitalaria?
Antes de hablar sobre las situaciones en que las infecciones hospitalarias son una negligencia médica, es importante comprender de qué se tratan. En palabras simples, es cualquier infección que una persona contrae durante su permanencia en un centro de salud.
Se determina que debe haber un lapso de 72 horas en el centro de salud para que se pueda considerar como una infección intrahospitalaria. Vale decir que, también es imprescindible que se demuestre que la infección no se contrajo antes de la estancia en el hospital o clínica en cuestión.
Infección hospitalaria: ¿cuándo se considera negligencia médica?
Las infecciones hospitalarias no son tan inusuales como quisiéramos decir. Desgraciadamente, las bacterias en hospitales se encuentran por doquier. Sin embargo, esto no quiere decir que todos los pacientes deban contraer una infección, sin más.
El personal sanitario está obligado a garantizar las condiciones idóneas al momento de atender a un paciente en un centro de salud, tanto público como privado.
Ahora bien, en múltiples casos, esto no se aplica, lo que genera situaciones que ponen en riesgo la vida del paciente. No todos los casos de infecciones intrahospitalarias se admiten como una negligencia directa.
En este sentido, es necesario que se cumplan ciertas condiciones que son las siguientes:
- La infección contraída es la consecuencia de la omisión de medidas de desinfección en el quirófano. Si bien es cierto que cualquier paciente que ingresa en una sala de operaciones corre el riesgo de sufrir una infección, se considerará como error médico cuando el área no cumpla con la asepsia necesaria.
- Si el personal sanitario no ejecuta acciones profilácticas pertinentes al tipo de operación. Por ejemplo, si en intervenciones que implican la manipulación de intestinos, no se aplican los antibióticos preventivos correspondientes.
- En el supuesto de que las infecciones tengan que ver con una mala esterilización de los instrumentos quirúrgicos o la ausencia de este procedimiento.
- Cuando la infección se produce por un error humano. Por ejemplo, cuando hay un contagio masivo de alguna enfermedad (hepatitis, por ejemplo) y una enfermera reutiliza una aguja contaminada en algún paciente.
Otros contextos a considerar:
Anteriormente, se destacan las situaciones más comunes en las que una infección hospitalaria se admite como negligencia médica, pero no son las únicas. Hay otros escenarios que pueden dar pie a una reclamación de este tipo como:
- Consentimiento informado: la posibilidad general de contraer una infección en una operación debe acreditarse al paciente por medio de un documento escrito. Asimismo, es indispensable cuando se trata de pacientes con riesgos elevados de infecciones, como por ejemplo, personas inmunodeprimidas. De no tener este consentimiento y darse una infección, es posible hablar de una negligencia médica.
- Sospecha de infecciones: cuando el centro de salud o personal médico están al tanto del posible desarrollo de infecciones y no se realizan los cultivos necesarios, ni se administran antibióticos de prevención.
- Contaminación alimentaria: en casos aislados, se puede hablar de responsabilidad del centro médico cuando el paciente contrae una infección hospitalaria como consecuencia de la ingesta de alimentos contaminados.
¿Qué derechos tienes en estos casos?
Como paciente, tienes varios derechos en cuanto a la prevención de infecciones intrahospitalarias. El primero y más importante es, como mencionamos antes, el consentimiento informado. Si no lo tienes y contraes una infección, es posible iniciar una reclamación.
Independientemente del caso, lo más importante es solicitar asesoramiento legal de un abogado especialista en negligencias médicas que te oriente sobre cómo proceder. Ten presente que la legislación española es bastante rigurosa en estas situaciones, por lo que debes demostrar que tu reclamo es válido.
Ten presente que los pasos a seguir para la reclamación dependerá del tipo de centro de salud y otros factores cruciales. Por esta razón, no dudes en contar con un letrado con experiencia en la materia para tener éxito en cada etapa del proceso.