¿Sorprendido? Quizá no, quizá sí, pero la verdad es que las cirugías estéticas han ido en alza desde entonces. Pues, estas intervenciones cada vez son más baratas, incluso, el número de hombres que se hacen retoques también ha incrementado.
Ahora bien, no todo es color de rosa, las negligencias no brillan por su ausencia en el mundo de las cirugías estéticas. Las infecciones, asimetrías, mala colocación de implantes y otros errores típicos de esas intervenciones están a la orden del día.
Pero, ¿cuáles son las negligencias estéticas más comunes? Te las voy a detallar, partiendo de los casos que recibimos en nuestro despacho.
Asimetrías o deformidades
Supongamos que te sometes a una cirugía estética en la nariz para perfilarla un poco más, pero resulta y acontece que ahora luce exageradamente pronunciada. De esto tratan las asimetrías o deformidades, de hecho, el efecto psicológico de este error médico puede ser devastador para el paciente.
¿Por qué? Bueno, porque puede afectar su autoestima, generarle ansiedad, depresión u otros trastornos mentales. El hecho es que solemos recibir muchas denuncias de asimetrías derivadas de negligencias estéticas.
Botox mal puesto
Debo confesar que la cantidad de casos que recibimos por botox mal puesto no deja de sorprenderme. Esta intervención es muy vendida por los médicos como una práctica estética segura (y sí lo es), pero a veces los efectos de estas inyecciones son adversos no solo en términos estéticos también en términos de salud.
Una mala aplicación de botox es capaz de ocasionar los siguientes problemas:
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- Falta de simetría facial.
- Caída del párpado.
- Dificultad para hablar y tragar.
- Jaqueca.
- Gestos faciales anormales.
- Inflamación.
- Hematomas.
Cicatrices
Querías quitarte una marca (como un lunar u una cicatriz), pero después de la intervención quedaste con una cicatriz más grande y horrenda. Esto es muy malo, pues el fin era que desapareciera, no que la marca se agravara.
A priori, parece poco probable que esto pase, pero desgraciadamente suele suceder más de lo que la gente piensa, incluso, luego una cirugía estética cualquiera.
Infecciones
Ya lo sabes, en una intervención estética no todo siempre salir como se espera. Es posible, de hecho, que en esa búsqueda de conseguir el rostro perfecto, termines con una cara hinchada y enrojecida a causa de una infección.
Porque sí, las negligencias estéticas por infecciones también son muy comunes. Si te preguntas por qué sucede esto, debo decirte que son varios los motivos. Ya sea que el médico no esterilizó las herramientas o por una pésima atención post-operatoria.
Mala aplicación de anestesia
Tal vez esté de más decirlo, pero la anestesia es una elemento clave en cualquier cirugía, sea estética o para tratar problemas de salud que requieran una operación. Si, por tanto, no se aplica de forma adecuada, las secuelas pueden ser fatales para el paciente.
Y no hablo de un simple dolor de cabeza, sino de complicaciones como reacciones alérgicas o infecciones. Puede ser muy difícil imaginar que esto ocurra con tantos estudios y avances tecnológicos, pero sí pasa.
Implantes de glúteos mal puestos
Hay quienes se aferran a la ilusión de tener un trasero que sea el centro de atracción en cualquiera lugar y, por esto, deciden realizarse implantes de glúteos. Sin embargo, los resultados no siempre son positivos, por lo que terminan con un trasero deforme y poco atractivo.
¿Esto a qué se debe? Bueno, a que acuden a cirujanos que prometen maravillas, pero terminan haciendo que tu sueño se convierta en una verdadera pesadilla. Hablo de un procedimiento relativamente nuevo, quizá por ese motivo las negligencias por implantes de glúteos mal puestos son tan comunes actualmente.
Acciones médicas en contra de la lex artis
Para que comprendas que es el lex artis, solo te diré que corresponden a las reglas que deben seguir todo médico o cirujano al realizar una intervención. De manera que ignorarlas o simplemente no seguirlas al pie de la letra, aumentará las posibilidades que los resultados sean un desastre.
Cualquier paso en falso asociado con estas pautas durante una intervención estética, de seguro desencadenará problemas en el paciente, suscitando una negligencia. A mí me ha tocado atender muchos casos por no seguir estas reglas.
Falta de consentimiento informado
Antes de someterte a cualquier intervención estética, el cirujano está en la obligación profesional de comunicarte cada uno de los riesgos asociados con la operación. Ello, tendrá que hacerlo mediante un documento llamado consentimiento informado.
Es como un contrato en el que se detallan los posibles escenarios contraproducentes que pueden presentarse a raíz de la cirugía. No se imaginan la cantidad de casos que he recibido porque el médico no proporcionó esta información, aunque han disminuido, ya que los cirujanos se están cuidando muchísimo en este sentido.
Resultados insatisfactorios
Ojo aquí, porque, que los resultados de una cirugía estética sean insatisfactorios, no significa que tendrás derecho a una indemnización. Muchos de estos casos no proceden porque previamente al médico ha informado sobre los riesgos, al menos que los daños causados por la cirugía sean graves.
Cuidado postoperatorio
No basta con hacer la operación, el cirujano debe hacerle seguimiento al paciente para asegurarse de que todo salga bien. Esto abarca desde prescribir el tratamiento adecuado y supervisar su evolución o las reacciones de la persona ante los medicamentos.
Aquí hemos atendido personas, en los que el médico las ha dejado tiradas y no tienen más nada que ver con ellas después de la cirugía, provocándole graves consecuencias. Así que la falta de cuidado postoperatorio es motivo para reclamar una indemnización.
Al fin al cabo, si crees que fuiste víctima de una imprudencia estética, te aconsejo que acudas a nuestros abogados expertos especialistas en negligencias médicas. De esta forma, recibirás asesoría profesional y altamente cualificada sobre tu caso.