Cualquier paso en falso que se realice en el uso de dispositivos durante un procedimiento clínico, de seguro generará resultados adversos en el paciente. Sí, hablo de la mala praxis por mala implementación de instrumentos médicos, un problema en el sector sanitario que es más común de lo que mucha gente cree. 

Como abogado experto en negligencias médicas, he conocido casos en los que una mala praxis médica por mal uso de los dispositivos clínicos ha ocasionado daños muy graves, incluso, la muerte de pacientes. Así que, este es un tema bastante delicado. 

Por eso y más, quiero desglosar  información concisa y oportuna sobre este tipo de mala praxis. ¿De qué trata? ¿Cuáles son sus consecuencias? Etc… Comencemos. 

¿A qué se le denomina mala praxis por mala implementación de instrumentos médicos?

 

Una mala praxis por mala implementación de instrumentos médicos no es más que un error en el empleo de equipos o dispositivos médicos durante una intervención clínica, desatando consecuencias desfavorables en la salud del paciente.   

Es decir, que en lugar de resolver la afección que está provocando malestar en la persona tratada, solo la empeora. Y, puede, incluso, generar daños o lesiones que ni siquiera están relacionadas con el problema de origen.

Ojo, la ley española no estipula de forma explícita la mala praxis médica por mala implementación de instrumentos. Sin embargo, artículo 152 del Código Penal, castiga a toda persona que por imprudencia ocasione lesiones graves a otras. Esto significa que este error médico es un acto punitivo en todo el sentido de la palabra. 

¿Cuáles son las causas más comunes de este tipo de mala praxis?

 

La verdad es que no hay excusas por la que un profesional sanitario comete un fallo  de tal envergadura. Pues, se supone que se ha formado técnicamente en el uso de estos instrumentos médicos para realizar el procedimiento de forma eficiente. 

Pero, como nunca falta un “pero”, existen algunas causas que provocan este tipo de mala praxis (aunque sean imperdonables). Vamos a conocerlas:

  • Elección incorrecta del instrumento

Puede parecer mentira pero es una realidad. Hay médicos que han seleccionado el instrumento menos apropiado para llevar a cabo un procedimiento clínico. Lógicamente, este fallo puede atribuirse a una equivocación del profesional de la salud o a una elección apresurada ignorando otras alternativas. 

  • Mal funcionamiento del equipo

Quizá pienses que hacer responsable al médico por el mal funcionamiento del equipo sea un acto de injustica, pero no. Todo profesional sanitario está en la obligación de revisar los instrumentos y equipos médicos antes de cualquier intervención. 

Es más, en este sector se sabe muy bien que el mantenimiento de estos dispositivos es fundamental para su correcto funcionamiento y, que cualquier fallo técnico durante su uso, puede agravar la salud del paciente, incluso, costarle la vida. 

  • Factores humanos

Los médicos tienen enemigos en su quehacer profesional que muchas veces son difíciles de derrotar, como el agotamiento, el estrés y la presión de obtener buenos resultados. 

Es aquí, precisamente, donde tienen que demostrar profesionalismo y capacidad para afrontar las adversidades, pues se trata de la vida y la salud de un paciente.  

De no saber cómo lidiar mentalmente con estos factores naturales del ser humano, puede llevarlos a cometer una mala praxis por mala implementación de instrumentos médicos

¿Qué tipo de daños pueden causar estos errores?

 

Es un hecho, las secuelas dejadas por una mala praxis médica ocasionada por un mal uso de los instrumentos clínicos, suelen ser imborrables. ¿Qué significa esto? Que a veces generan daños físicos permanentes y problemas psicológicos difíciles de tratar. 

Por supuesto, hay ocasiones en los que las lesiones son leves, pero siempre requieren atención. Dicho esto, te invito a conocer los daños más comunes derivados de este error:

  • Infecciones

La ausencia o indebida esterilización de uno de estos dispositivos médicos, también supone una mala implementación. Incluso, cuando este proceso se pasa por alto o no se realiza correctamente, la aparición de una infección en el paciente está casi que asegurada. 

  • Daños en órganos

El empleo de una mala maniobra de un instrumento durante una intervención quirúrgica, puede ocasionar lesiones en algún órgano interno, como los pulmones o los riñones, por ejemplo. Claro está, cometer un error de esta magnitud es muy peligroso.   

  • Hemorragias

Este es un factor que está bastante asociado con el punto anterior. Porque sí, las heridas que provocan estos dispositivos médicos son capaces de ocasionar un exceso de sangrando en los pacientes, ya sea de carácter externo o interno.

De presentarse un problema de esta índole, los profesionales sanitarios tienen que ponerse manos a la obra para detener la hemorragia, ya que la persona podría perder la vida por este fallo.   

  • Discapacidad

Una discapacidad por una mala praxis derivada de una mala implementación de instrumentos médicos es, desgraciadamente, una de las peores situaciones por la que puede atravesar un paciente. 

He conocido casos en los que un mínimo error en el empleo de estos dispositivos ha dejado a personas con ceguera, sordera, incluso, pérdida de movilidad, lesiones modulares graves, entre otras discapacidades. 

  • Muerte

No tengo la menor duda de que este es el escenario más grave que puede presentarse por mala implementación de instrumentos durante una intervención médica. 

Ya para terminar, es cierto que todas estas consecuencias pueden ser motivo para interponer una indemnización para “reparar” los daños ocasionados. Sin embargo, la clave está en probar que estas secuelas están relacionadas con una mala praxis por  mala implementación de instrumentos médicos.

Mi consejo es que acudas a abogados expertos en negligencias médicas para que te brinde asesoría profesional y te indique cuáles son los pasos a seguir.

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